Astucias primarias
Estimado juglar.
Siendo catalombiano, considero casi propios los avatares políticos que sufre Colombia. Así pues, sigo con creciente interés cuantas elecciones allí les convocan.
Sin querer entrar en el análisis de las más recientes, que me resultan demasiadas papeletas para un solo día, veo con sorpresa que las elecciones primarias de cada partido no son sólo para los militantes de cada uno, como aquí en Cataluña (y eso los escasos partidos no usan en mayor o menor medida la "dedocracia" para designar candidato), sino que están abiertas a todo el electorado colombiano.
Y más sorprendente es leer ver que otro compatriota de la blogosfera colombiana (el señor Castañeda) sospecha prácticamente lo mismo que el que suscribe: no hay forma de impedir que los votantes de un partido aprovechen las primarias del contrario para ensalzar al peor candidato contrario y, así, asegurarse la futura victoria del candidato propio.
Especulaciones aparte, y confesando la ignorancia que sufro sobre el funcionamiento de las repúblicas presidencialistas (a veces pienso que vivo en una monarquía bananera) no puedo evitar el paralelismo que veo entre las Elecciones Presidenciales de Colombia 2006 y las Elecciones Generales de España 2000.
Hacía cuatro años que el PSOE (socialistas, o más bien liberales para entendernos) había perdido el poder en manos del PP (conservadores, pero sin llegar a la ultraderecha que actualmente rezuman) y andaban más perdidos que un pulpo en un garaje (léase "mosco en leche"). Y en esto que tuvieron la feliz idea de convocar elecciones primarias, de las cuales salió un candidato socialista llamado Josep Borrell. Este señor, actualmente presidente del Parlamento Europeo, no era precisamente el candidato preferido de la cúpula del PSOE. Así que le acabaron obligando a dimitir para poner al candidato Almunia, un señor con todavía menos carisma.
Resumiendo, el PSOE fue incapaz de presentar una candidatura decente a la presidencia del govierno español y terminó regalándole la mayoría absolluta al PP. Lo cual, aparte de causar mi nacimiento como fervoroso simpatizante de ERC (liberales cuyo objetivo emblemático es independizar Cataluña de España), me indica que tienen ustedes Uribe para rato.
Atentamente
Lobisome
P.D.: recuérdeme por cierto que le defina convenientemente el término botifler usando al señor Borrell como insigne ejemplo.
Siendo catalombiano, considero casi propios los avatares políticos que sufre Colombia. Así pues, sigo con creciente interés cuantas elecciones allí les convocan.
Sin querer entrar en el análisis de las más recientes, que me resultan demasiadas papeletas para un solo día, veo con sorpresa que las elecciones primarias de cada partido no son sólo para los militantes de cada uno, como aquí en Cataluña (y eso los escasos partidos no usan en mayor o menor medida la "dedocracia" para designar candidato), sino que están abiertas a todo el electorado colombiano.
Y más sorprendente es leer ver que otro compatriota de la blogosfera colombiana (el señor Castañeda) sospecha prácticamente lo mismo que el que suscribe: no hay forma de impedir que los votantes de un partido aprovechen las primarias del contrario para ensalzar al peor candidato contrario y, así, asegurarse la futura victoria del candidato propio.
Especulaciones aparte, y confesando la ignorancia que sufro sobre el funcionamiento de las repúblicas presidencialistas (a veces pienso que vivo en una monarquía bananera) no puedo evitar el paralelismo que veo entre las Elecciones Presidenciales de Colombia 2006 y las Elecciones Generales de España 2000.
Hacía cuatro años que el PSOE (socialistas, o más bien liberales para entendernos) había perdido el poder en manos del PP (conservadores, pero sin llegar a la ultraderecha que actualmente rezuman) y andaban más perdidos que un pulpo en un garaje (léase "mosco en leche"). Y en esto que tuvieron la feliz idea de convocar elecciones primarias, de las cuales salió un candidato socialista llamado Josep Borrell. Este señor, actualmente presidente del Parlamento Europeo, no era precisamente el candidato preferido de la cúpula del PSOE. Así que le acabaron obligando a dimitir para poner al candidato Almunia, un señor con todavía menos carisma.
Resumiendo, el PSOE fue incapaz de presentar una candidatura decente a la presidencia del govierno español y terminó regalándole la mayoría absolluta al PP. Lo cual, aparte de causar mi nacimiento como fervoroso simpatizante de ERC (liberales cuyo objetivo emblemático es independizar Cataluña de España), me indica que tienen ustedes Uribe para rato.
Atentamente
Lobisome
P.D.: recuérdeme por cierto que le defina convenientemente el término botifler usando al señor Borrell como insigne ejemplo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home